Una pequeña introducción

Pues sí, yo también me he propuesto tener mi propio blog. A pesar de como suelo ser normalmente, que no es que me guste seguir mucho la moda, en este caso voy a hacer una excepción. Y todo esto viene dado porque un amigo mío se le ocurrió decir en cierta ocasión: "El día que tú tengas tu propio blog me echo a temblar." Pues, siguiendo tu propio consejo, ponte a temblar: Una nueva época de terror ha comenzado.

A pesar de las consecuencias que pueda traer, a él le dedico esta primera entrada y el blog en general, ya que si no me hubiera lanzado esa especie de reto esto no sería posible. Y como nos conocemos, creo que ya no hace falta decir nada más.

Lo que respecta al nombre del blog, es una larga historia que tal vez algún día sea contada. Sin embargo, la cuchara es mía y sólo mía y soy yo quien la lleva en la mochila por lo que es a mí a quien le ha tocado el privilegio de contar sus historias. Si la querías tanto, habértela quedado. No hay nada más que decir.

Hasta muy pronto.